Una niña árabe escasamente vestida está tomando el sol junto al canal cuando el encargado de la esclusa pasa por su recorrido de inspección. La joven es un poco tímida pero resulta ser en realidad una buena golosa necesitada de polla. Y a fuerza de discutir, el cerrajero acabará pudiendo tocar la mercancía e incluso vaciar sus huevos en el culo de esta buena puta.


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